El Parlamento Europeo analizará el próximo jueves en Bruselas los avances en las tratativas para firmar el acuerdo de libre comercio que la región negocia con el Mercosur y que aún presenta reparos de algunos bloques, en particular ante el impacto sobre distintas producciones agropecuarias.
Esas resistencias encuentran su posición más extrema en posicionamientos como el de la eurodiputada Sophie Montel, del ultraderechista partido Frente Nacional de Francia, que directamente pidió a la Comisión (el órgano ejecutivo) "que renuncie a toda negociación con Mercosur destinada a firmar un acuerdo de libre comercio".
"Las exportaciones de los países del Mercosur -argumentó Montel- se componen, en un 43%, por productos agrícolas, y las explotaciones agrícolas francesas ya debilitadas por las políticas europeas van a verse muy perjudicadas por este nuevo tratado", ya que "nuestros agricultores no podrán competir decentemente con los países de América Latina".
Frente a esos temores, el irlandés Phil Hogan (comisario de Agricultura y Desarrollo Rural) admitió que en algunos sectores agrícolas europeos "se pueden producir efectos adversos", aunque otros, dijo, serán beneficiados.
Un caso particular, señaló Hogan, es el del sector cárnico, que "debe ser considerado como sensible en el contexto de las negociaciones UE-Mercosur".
La sensibilidad de Europa sobre el sector cárnico se justifica ante "el fraude descubierto en una serie de establecimientos de transformación de carne de Brasil" durante marzo pasado