El ministro de Economía, Infraestructura y Energía de Mendoza, Martín Kerchner, presentó un "Plan de Mejora a la Competitividad Frutícola 2018/19" que pretende transformar montes frutales de baja productividad y alto costo a otras variedades con mayor potencial de mercado y, al mismo tiempo, aplicar mejoras tecnológicas en más de 10.000 hectáreas cultivadas.
Desde la cartera informaron que luego del éxito del plan de reconversión vitivinícola, el Gobierno impulsa el Programa de Mejora Competitiva (PMG) para frutales, mediante proyectos asociativos y con créditos blandos con hasta cuatro años de plazo para su devolución, destinado a productores de durazno, ciruela, manzana, pera, damasco, membrillo y almendras, cuya actividad principal sea la agrícola o agroindustrial.
“Con el PMG buscamos transformar el problema de fondo respecto de la competitividad del sector frutícola. Venimos de un año de súper cosecha que, en algunos casos, causó una crisis más que una alegría. Por ejemplo, en ciruela, tuvimos una cosecha récord de 151 millones de kilos, una de las más altas desde 2008”, explico Kerchner.
“La realidad –agregó- es que ese nivel de competitividad es muy bajo, producto de muchos factores que hemos empezado a atacar mientras ponemos a disposición herramientas para pequeños y medianos productores”.
Acompañado por el subsecretario de Agricultura y Ganadería, Alejandro Zlotolow, Kerchner participó ayer junto a la mesa de coordinación de la ciruela que reunió productores y funcionarios “para pensar en el corto y mediano plazo para que en la próxima temporada no tengamos los mismos problemas”.
El funcionario informó las distintas acciones que acompañan la puesta en marcha de este programa, entre ellas las diversas líneas de financiamiento que ofrece el FTyC (Fondo para la Transformación y el Crecimiento de Mendoza) para malla antigranizo y eficiencia energética, con tasas que van de 0 a 6%.
Esto complementa el trabajo que se realiza desde la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas (DACC) en torno a la lucha antigranizo, como también el seguro agrícola y las medidas para mitigar el impacto del aumento de las tarifas eléctricas.
Kerchner afirmó que “de las 18.000 hectáreas que normalmente se perdían por contingencias climáticas, esta temporada sólo 2.800 hectáreas se vieron afectadas”, y destacó que entre fines de marzo y principios de abril los productores que perdieron más del 50% de la cosecha por inclemencias ya recibieron el pago correspondiente del Seguro Agrícola.
“Es la primera vez, en la historia de Mendoza, que a días de terminar la cosecha, quienes tuvieron pérdidas tienen el dinero disponible antes de empezar el invierno”, concluyó.
